Torres de vigía

Las torres de vigilancia son elementos arquitectónicos testimonio de una época en que las sistemáticas incursiones de piratas desde el mar justificaban la existencia de un sistema de vigilancia costera que permitía detectar la presencia de cualquier movimiento de barcos en la costa.

La situación de indefensión de los habitantes del aislado litoral de Escorca motivó que a partir del año 1579 se empezaran a planificar las primeras torres. El sistema de torres de vigilancia y defensa se finalizó en el año 1611, cuando se construyó la última de las torres: la Torre des Forat.

Las torres del municipio de Escorca se integraban en el sistema de defensa global de la isla diseñado por Joan Binimelis que consistía en una serie de puntos en lugares estratégicos de toda la costa desde dónde se dominaba un tramo del litoral y se tenía contacto con los dos puntos más próximos. De esta manera se podían transmitir señales de un punto a otro y hacerlas llegar a Palma, sede del poder político y militar. Las señales eran de humo durante el día y de fuego durante la noche.

La mayoría de torres estuvieron en uso hasta el siglo XIX. Extinguida la función para la que fueron construidas, hoy los marineros todavía las utilizan como punto de referencia en la navegación litoral y constituyen un elemento imprescindible para el conocimiento de la historia de Mallorca.

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